Emmy Hennings
OBRAS
DESPUÉS DEL CABARET
Me voy a casa pronto por la mañana.
El reloj marca las cinco, ya se hace de día,
pero aún está encendida la luz en el hotel.
El cabaret por fin ha cerrado.
En una esquina niños se acurrucan,
ya van al mercado los obreros,
a la iglesia se va en silencio.
Desde la torre repican las campanas,
y una puta con rizos salvajes
deambula todavía por allí, trasnochada y helada.
Ámame de manera pura por todos mis pecados.
Mira, he estado despierta más de una noche.
—Emmy Hennings
MORFINA
Aguardamos a una última aventura
¿Qué nos importa la luz del sol?
Días apilados a montones se derrumban
Noches inquietas – oración en el purgatorio.
Tampoco leemos ya la prensa diaria
solo a veces nos sonreímos en silencio en la almohada
porque sabemos todo, y con astucia
volamos de acá para allá con escalofríos.
Desean las personas darse prisa y conseguir frutos
hoy cae la lluvia aún más turbia.
Vamos a la deriva por la vida
y dormimos, aturdidos, el más allá…
—Emmy Hennings
SEGUNDO POEMA DE DIE LETZTE FREUDE
(LA ÚLTIMA ALEGRÍA) 1913
Contra los cristales golpea la lluvia.
Una flor resplandece roja.
Aire frío sopla contra mí.
Estoy despierta ¿o muerta?
Un mundo se encuentra lejos, muy lejos,
Un reloj marca las cuatro despacio.
Y no sé desde hace cuánto tiempo,
en tus brazos caigo.
—Emmy Hennings